Historia, reconocimientos y sueños en aniversario 59 de la Facultad de Ciencias Agronómicas de la UTA
Fue una ceremonia plena de hitos, que marcaron los inicios, el desarrollo y el momento actual de la Facultad de Ciencias Agropecuarias de la Universidad de Tarapacá, que en el mes de octubre cumplió 59 bien llevados años. La tierra de este fértil valle de Azapa, regado por el agua dulce que le da vida, ha generado frutos que en este acto fueron destacados por los interlocutores de esta ceremonia.
La decana de la Facultad, Dra. Pilar Mazuela, acentuó el rol de esta unidad en el desarrollo productivo regional, recordando su origen establecido en “el maravilloso resultado de la visión de largo plazo que tuvo la honorable Junta de Adelanto de Arica”, con su plan de desarrollo agropecuario durante los años 61 al 65, en los valles de Azapa y Lluta. Otro hito fue la instalación del laboratorio para la investigación del control de plagas de la agricultura de la Universidad del Norte en 1963; luego el trabajo del Servicio Agrícola y Ganadero para controlar la mosca de la fruta, con lo que se pudo diversificar la producción hortícola de la zona; y finalmente la creación de la Región de Arica y Parinacota el año 2007, que definió que la agricultura de altas tecnologías sería un eje de desarrollo para la región.
Respecto a los desafíos, la decana Mazuela indicó que se están enfrentando nuevos retos por lo que este año se incorporaron académicos de diversas disciplinas, junto a quienes esperan presentar un magíster académico acreditable en agricultura sostenible en zonas áridas; también se espera proponer un doctorado que incentive la investigación en torno a problemas que enfrenta la humanidad como el cambio climático, la escasez hídrica o la calidad de las aguas que afectan la sustentabilidad de producción de alimentos, tanto para las personas como para los animales.
El Profesor Emérito, Héctor Vargas, manifestó que desarrolló un trabajo realmente hermoso, que junto a su familia lo mantuvo en Arica donde terminó su carrera profesional, realizándose como agrónomo entomólogo. “Estoy agradecido de esta institución, realmente de corazón, a Arica y a mi familia que formé acá”.
La autoridad agradeció el trabajo que se realiza en forma ardua y permanente en favor de esta Casa de Estudios Superiores, destacando el rol que cumplió el ex rector Luis Tapia en el año 1994, en la gestión en torno al patrimonio existente. “Tenemos una Universidad que ha progresado muchísimo y eso es gracias a facultades como ésta que han hecho un tremendo esfuerzo por décadas y eso hay que valorarlo. Es el resultado de un trabajo de comunidades que tienen sus liderazgos, que son importantes, porque son los estudiantes, los funcionarios, los académicos los que van construyendo esta realidad de la que hoy día podemos gozar. La Universidad son personas que construyen realidades para la sociedad”, comentó.
Finalmente planteó que “en esta forma de enfrentar el desarrollo de una zona desértica, aquí está la solución para muchos de los problemas que tiene el país, el desierto y el cambio climático siguen avanzando, ya se habla del desierto prácticamente hasta más allá de Santiago y nosotros hemos investigado, hemos recolectado parte de ese material genético que está acá para ponerlo a disposición del resto del país”.
La ceremonia concluyó con esta serie de hitos, fundamentales en el trayecto vital de una facultad, que ha entregado su ciencia a quienes trabajan la tierra día a día en la región, y también los sueños anhelados, tal como la recordada Junta de Adelanto lo hizo alguna vez, dejando huellas profundas en este territorio.
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