Celebrando el día de la pena

Por Ada Angélica Rivas

Justo cuando estamos en épocas de vacas flacas me llega un correo anunciando que se celebra el día del pene. No con esas palabras, precisamente, era el día del amante entiendo. Y como me puse inclusiva, pensé ¿habrá día de la pena y del peno? ¿Qué más nos falta inventar? A cada rato sale algo nuevo, con tal de mantenernos enganchados, celebrando alguna cosa poca por ahí. En mi proclamada soltería, al menos yo no celebro, jajaja.

Años atrás sólo se festejaba el día de la madre y del padre, ahora hay hasta día de la mamacita, de la madrastra y del padrastro. ¿Quién dijo día del tío, de la tía?, hasta el día de la suegra, falta el del suegro. Me llega un email, nuevamente, uno más de todos los que cada día invaden mi buzón virtual, invitando a celebrar el día del loli, y ¿habrá día de las lolas? Es un simple juego de palabras, pues en Chile se les decía “lolas” a las mujeres jóvenes en otra época por supuesto.

Cuando se celebró el día del completo, inmediatamente me fui a comprar uno, si más de alguien cae, pues nos van motivando y abriendo el apetito, somos muy incautos, creyendo tanta estupidez. En la televisión, los comerciales nos incitan las papilas gustativas, y vemos comida y completos desbordando la palta y nos fuimos donde el flaco de calle Tucapel, donde dicen que la mayonesa orgánica no falla. ¡Cuek!

El día del niño y de la niña, para recargar de juguetes a los menores de edad de nuestras casas, difícil a veces de convertir en hogares. Ojalá un juguete grande y de alto valor. Es un verdadero espectáculo. ¿Cuándo dejamos de ser niños? Algo nos queda siempre y es bakán, especialmente cuando un grandulón te habla como guagüita, jejeje.

¿Y el Barros Luco? ¿Y el chacarero?, también tienen su día, por supuesto. El día de la cerveza, del vino tinto, de la empanada y del amor. Este último no puedo dejar de mencionarlo, aunque sea esquivo en algunas de nuestras vidas, pero como nada es imposible hay que seguir participando en los juegos de la lotería de la vida.

El profesor/a, sacrificado/a, que prácticamente ejerce un apostolado en las salas de clases también tiene su día. Es posible enumerar decenas de temas, algunos acertados y otros estúpidos y oportunistas, de acuerdo a la mirada de cada uno, de tantos seres humanos, diferentes, que solo tenemos nuestro paradigma que nos enmarca y a veces no nos deja espacio a la flexibilidad.

Así que propongo que armemos nuestros días personales y celebremos la vida, que se nos va minuto a minuto, hay que brindar por nuestra humanidad imperfecta que nos limita la sonrisa, y nos impide soñar a veces. Feliz día del orgasmo bien sentido, de la cuerpa sin culpa, de los besos atrangantadores, de la borrachera con resaca. A celebrar hasta el día de la pena, del duelo por las ausencias que no sanan, celebrar moviliza, celebrar convoca. Feliz Día, vamos pasando agosto y lo que viene será mejor!